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5 razones por las que la educación preescolar virtual es una buena decisión
El desarrollo de la autonomía y la posibilidad de un seguimiento personalizado son algunas de las posibilidades que brinda esta metodología.
La educación online no es nueva, pero nunca antes había tenido tanto alcance como el generado con la pandemia del coronavirus: ya no solo los adultos sino, los niños de preescolar de todo el mundo tuvieron que adaptarse a esta dinámica.
Esto implicó un cambio en las metodologías implementadas por los profesores y en las rutinas de las familias, lo que en principio pudo generar una gran expectativa sobre los resultados.
Lo cierto es que, cada vez, es más familiar la educación preescolar virtual y hay más claridad sobre sus ventajas por parte de expertos en pedagogía y neurociencia.
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70% han aumentado las clases virtuales en Colombia después del inicio de la pandemia, según el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Conoce por qué la modalidad virtual es una gran idea para las familias que no pueden enviar a sus hijos al colegio de manera presencial:
Educación personalizada:
Esta es una de las posibilidades que ofrece la educación preescolar virtual. Al poner al estudiante en el centro, la enseñanza se enfoca en sus intereses, necesidades y manera de aprender. Al no asistir presencialmente al colegio se generan nuevos espacios de acompañamiento por parte de todo el equipo interdisciplinario de la institución, con el fin de hacer un seguimiento más efectivo del niño.
Además, permite resolver sus dudas de manera rápida gracias a las posibilidades ofrecidas por la conectividad y a la buena disposición de las profesoras. Y les brinda a los padres de familia la posibilidad de sentirse acompañados en el proceso, también. Así mismo, la amplia variedad de recursos digitales se pueden enfocar en la realidad de cada niño y su familia.
Desarrollo de competencias digitales:
Aunque las nuevas generaciones empiezan a interactuar muy pronto con las nuevas tecnologías, sin duda la realidad de la educación online es un abordaje nuevo y enriquecedor para ellos.
Acá no solo se trata de ver un video de YouTube o disfrutar de un video juego: el uso habitual del computador o de otros dispositivos, direccionado por los docentes, les ayuda a desarrollar sus competencias digitales, a aprender a interactuar de manera remota y a manejar las plataformas de gestión académica para desenvolverse en el mundo de hoy.
Además, los espacios de aprendizaje interactivo en temas como arte, matemáticas y lenguaje les generan una gran motivación y conlleva a que tomen la iniciativa en el aprendizaje, que para ellos resulta siendo un juego.
Favorece la autonomía:
Aunque en la edad preescolar los padres de familia están involucrados en el proceso académico, la educación a distancia hace que los niños tengan que desarrollar una rutina de estudio sin sus compañeros, lo que genera independencia, compromiso, responsabilidad y un método de aprendizaje propio.
Los niños se familiarizan con un aprendizaje más autónomo y solitario, que les ayudará a enfrentarse, a futuro, con otros estudios y plataformas virtuales. Así mismo, la educación en línea permite que los estudiantes, guiados por sus padres y tutores, puedan enfatizar en temas o asignaturas que les causan dificultad y aprender a su ritmo.
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Uso de métodos que facilitan el aprendizaje:
En la virtualidad, los docentes hacen uso de la creatividad así como de herramientas como animaciones, presentaciones interactivas, videos, música y programas pedagógicos adaptados al contexto digital, para que los niños puedan asimilar mejor los conceptos.
De hecho, una de las ventajas de los métodos didácticos e interactivos, resaltadas en estudios sobre neurociencia, es que estos ayudan a que los estudiantes capten mejor lo aprendido.
De acuerdo con datos del Foro Económico Mundial, de abril de 2020, en el aprendizaje virtual se requiere entre un 40 % y 60 % menos de tiempo para la comprensión de conceptos.
Promueve la participación activa:
La participación activa es fundamental para que una clase virtual se desarrolle de manera adecuada. No se trata solo de escuchar a un profesor sino de saludar, cantar juntos, leer cuentos, jugar, seguir indicaciones para una actividad, contarle al profesor cómo va la tarea, es decir, abre espacios de interacción para que los niños se sientan involucrados y escuchados. Las preguntas de las profesoras y el seguimiento a las actividades durante la sesión hacen que se genere cercanía, que los estudiantes se animen a participar y se sientan protagonistas de la clase.